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HISTORIA DE LA MASONERIA


...Los masones siempre decimos que la masonería nació con el hombre y que morirá con el hombre, por eso la sabiduría universal se ha manifestado a través de los tiempos de distintas formas que la historia nos ha permitido identificar. Algo en común existe desde los albores de la humanidad y es la necesidad de la iniciación en los misterios que surgen de lo más profundo del ser humano y que éste, por medio de rituales iniciáticos, consigue develar. Humanizar a Dios o divinizar a algún hombre no es más que una pueril respuesta sin mayor consecuencia pues la realidad es que se han creado religiones y con el tiempo han desaparecido dando respuesta a las necesidades del momento... (extracto del libro)

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LA ESTRELLA FLAMIGERA

Para nosotros la estrella flamígera es la manifestación central de la luz, centro místico y emblema de la divinidad. Este símbolo corresponde al grado de compañero y esta asociado al numero cinco y al hermetismo. Sus cinco puntas forman la pentalfa de Pitágoras y constituyen los cinco puntos de perfección: fuerza, belleza, sabiduría, virtud y caridad. Es la Estrella Flamígera el astro místico de la razón que ilumina al Compañero y cuya luz inextinguible disipa las tinieblas de La ignorancia. La letra “G” en su centro, emblema del genio del hombre, a quien ella dirige en el camino de la sabiduría, aclara el espacio inmenso que tiene que recorrer todo Masón para la posesión de todas las verdades, a través de las obscuras sendas de la ignorancia, de la superstición y de las falsas ideas que dominan en el mundo profano. Ella es parte de Dios en si misma que todo lo conserva y que adivina donde nace el bien y donde viene el mal, personifica el ingenio del hombre guiado por la razón.

LA CALAVERA

Si después de todo la vida tiene su final, que podemos pensar mientras hacemos el recorrido masónico. Está claro que nuestro recorrido dentro de la orden es como un corsé que nos abre puertas de nuestra conciencia si hacemos lo que debemos hacer, naturalmente, y no nos limitamos solo a   asistir a las tenidas porque hay que asistir.